Habilidades para fundadores: construir

El camino de todo fundador inicia con energía e ilusión alrededor de una idea. La idea es la chispa que te motiva desde el primer día, que emociona a otras personas talentosas a unirse a tu causa y que proyecta la posibilidad de generar valor para tus potenciales clientes y usuarios.

Pero todo emprendedor se da cuenta rápidamente que la idea no es suficiente, que no es la idea que determina si una startup va a ser exitosa o no, sino lo que lográs hacer con ella. Tu idea se tiene que materializar en el mundo real para convertirse en un negocio exitoso y para eso necesitás aprender a construir.

La mayoría de emprendedores son buenos en generar ideas—eso es lo que los llevó a querer emprender—pero no han desarrollado la habilidad de construir sobre ellas.

La importancia de aprender a construir

Las ideas necesitan un producto/servicio tangible mediante el cual puedan generar valor paralos clientes. Construir este producto/servicio es crucialy sin él, el potencial valor de tu idea nunca va a poder llegar a tus clientes y, entonces, nunca podrás recibir valor de vuelta para la empresa. Según CB Insights, la principal causa por la que fallan las startups es por falta de efectivo, que en una gran parte de los casos es porque no se logró construir un producto/servicio que le genere valor a los clientes.

Saber construir, por lo tanto, no es una opción, sino una necesidad.

“La capacidad de ejecución de los equipos es un gran diferenciador. Ideas vemos casi todos los días, pero equipos que validen sus conceptos, que sepan construir con pocos recursos y que escuchen a sus clientes son pocos. Estos son los equipos que queremos apoyar. Saber construir te permite responder más rápido al mercado y hacer los ajustes necesarios (a tiempo) para llegar a buen puerto”—Melissa Guevara, Senior Associate de CaricacoVC.

Construir no se reduce únicamente a saber programar (aunque es una habilidad esencial para startups de crecimiento de base tecnológica). También se refiere a poder usar herramientas no-code para crear prototipos, construir integraciones con otras herramientas, diseñar interfaces y contenido publicitario, poder crear una estrategia de pauta y resolver lo necesario en el mundo real para que el valor llegue a los clientes. No es nada raro que un equipo fundador se vea en la necesidad de aprender a usar un taladro, un serrucho, un nuevo sistema digital o envasar productos y pegar etiquetas.

“Como ex-fundadora, puedo confirmar que esto es fundamental. Como CEO no técnica, nunca programé código para mi plataforma pero rápidamente aprendí a usar Figma, Trello y mil otras plataformas para poder comunicarme con el equipo de desarrollo/UX en su «idioma». Lo mismo para mercadeo, ventas,  servicio al cliente. Hay que construir y lanzar. Y (muchas veces) hacerlo mal de forma repetida para poder aprender cómo hacerlo mejor”, añade Guevara.

Construir es la conexión entre una idea brillante y el mundo real.

El ritmo de construcción

La velocidad de construcción es esencial en el mundo de las startups. La misión principal de una startup es encontrar un modelo de negocios repetible y escalable. Por su naturaleza, tienen recursos (tiempo y dinero) limitados por lo que la velocidad a la que logran experimentar, aprender e iterar es crucial. Esta velocidad tiene como límite la habilidad de construir: entre más rápido puedan construir y llevar ciclos de iteración más eficientes van a ser con el uso de sus recursos y aumentan las probabilidades de éxito.

De aquí que las habilidades técnicas no son las únicas importantes para poder construir, sino que también las habilidades blandas para poder tomar decisiones de qué construir de acuerdo a los aprendizajes y la mentalidad emprendedora de lanzar experimentos al mercado sin que estén “perfectos”.

Lectura recomendada: The Lean Startup de Eric Ries.

“Construir” como filosofía emprendedora

Cada problema, cada obstáculo, cada MVP fallido es una oportunidad para construir y mejorar el producto. Cada MVP exitoso, cada venta, cada aprendizaje también. Construir siempre es el próximo paso porque siempre tendremos oportunidades para mejorar o crecer.

La filosofía de “construir” también desarrolla mentalidades de aprendizaje continuo, velocidad, eficiencia y sobre todo desarrolla un sesgo a la acción que son necesarias para el éxito de una startup.

Gmail, que fácilmente podría ser una startup por sí misma, nació de una filosofía de construcción. Paul Buchheit, un empleado de Google, estaba desesperado por la cantidad de emails que recibía todos los días y las malas herramientas que tenía para manejarlos. Nadie le pidió a Buchheit construir Gmail, no era parte de una gran estrategia o plan. De hecho, le dijeron que estaba loco, pero él se dió cuenta de un problema y de una oportunidad, y al tener la habilidad y mentalidad de construir, pudo crear un producto que ha sido valioso por más de 20 años.

Conclusión

La habilidad de construir es la habilidad más valiosa que podés cultivar como emprendedor. Aunque no seas un fundador técnico, tenés que poder construir y lanzar productos y apoyar a los miembros técnicos del equipo. No solo se trata de construir un producto o servicio, sino de construir equipos, relaciones, estrategias y mucho más.

No te quedés en la etapa de las ideas. Armate de las herramientas necesarias, cambiá tu mentalidad a una con sesgo a la acción y ponete a construir, porque al final del día, lo que define el éxito de tu emprendimiento no es la idea que tenés, sino lo que hacés con ella.