En el mundo del capital riesgo (Venture Capital, o VC), el éxito y el fracaso se miden en términos absolutos. La naturaleza de la industria de inversiones de riesgo es así: se “arriesga” capital en un portafolio de inversiones buscando un éxito extraordinario en pocas apuestas que hagan que el portafolio en total tenga un retorno positivo.
¿Cómo se define este éxito extraordinario? ¿Cómo sabés si lo estás logrando? ¿Cómo sabés si no lo vas a lograr?
Exploremos definiciones de éxito y fracaso en el contexto de las startups con inversión de capital de riesgo y profundicemos en la etapa más engañosa de todas: la de ser “medianamente exitosos”, que puede llevarte a un limbo peligroso.
¿Cómo se define el éxito en el mundo de VC?
El éxito en el mundo de las startups con inversión de VC se mide principalmente a través de dos métricas:
- las métricas de crecimiento antes del “exit”
- el retorno de inversión a la hora de un “exit”
Si el crecimiento — aunque todavía no hayas tenido un evento de salida que pueda medir el resultado final de tu startup — es exponencial en cuanto a ingresos y base de usuarios o clientes es señal que vas en camino al éxito.
El éxito que se mide en el evento de salida o “exit” es el que le de un retorno exponencial a los inversionistas, fundadores y demás accionistas de la startup. Este se puede definir como una valoración de la empresa alta a la hora de salida — ya sea por un IPO o una adquisición — que genere un Retorno sobre la Inversión (ROI) significativo, idealmente un retorno de 10 o más veces la inversión o la capacidad de devolver todo el fondo.inflatable website design
El fracaso en el mundo de VC es cualquier resultado que no genere un ROI significativo para todos los accionistas. Esto puede ser causado por una valoración menor a la deseada ante un “exit” o el cierre de operaciones sin evento de salida.
Es difícil pensar que un evento de salida pueda ser un fracaso, pero dependiendo de la valoración de la empresa puede ser que sólo los inversionistas reciban algo de retorno y que sea por debajo de lo esperado y que incluso los fundadores u otros accionistas no reciban nada del todo. Esto es un fracaso según los parámetros de la industria de VC.
La ilusión de ser medianamente exitoso
¿Qué pasa si mi startup no ha tenido un evento de salida todavía? Estamos vivos, pero ¿cómo sabemos si estamos siendo exitosos o no?
Si tu crecimiento es exponencial hacia el alza, van por buen camino. Si tu crecimiento es negativo, van por mal camino. Pero si estás siendo “medianamente” exitoso es señal de alerta.
Ser medianamente exitoso se refiere a startups que tienen un crecimiento marginal, tienen tasas de quema de efectivo (burn rate) insostenibles y muestran eficiencia decreciente en siguientes rondas de inversión.
Este estado es peligroso porque da la sensación de que hay movimiento — después de todo hay crecimiento (aunque marginal), hay efectivo para quemar (aunque más rápido de lo deseado) y hay posibilidad de futuras inversiones — pero justo estas señales se pueden mal interpretar y generar esperanza en el potencial de eventualmente tener una salida exitosa.
Persistir siendo una startup “medianamente” exitosa puede llevar a costos de oportunidad significativos, ya que seguís usando tus recursos y talento en una apuesta que no va a tener un resultado satisfactorio dentro del mundo de VC en lugar de dedicar esos recursos a otros proyectos.
¿Cómo evaluar el estado de mi startup?
Es crucial para fundadores y mentores poder reconocer las señales de que están en un punto de peligro por señales confusas y reevaluar su dirección.
Estas señales pueden incluir:
- un crecimiento que no se traduce en mejoras significativas en las finanzas y runway de tu startup
- cambios en las tendencias del mercado que no se reflejan en la estrategia de la empresa
- retroalimentación cada vez más cautelosa de los inversores
Si notás estas señales es importante considerar un pivote estratégico, buscar asesoramiento externo o incluso contemplar una salida. La idea no es utilizar recursos valiosos (los tuyos y de inversionistas) en apuestas que tiendan a la baja, sino buscar la manera de poder dedicar esos recursos a otra apuesta que tenga más potencial.
Una habilidad valiosa de todo fundador es estar abiertos a pivotar o incluso a cerrar la empresa si las perspectivas a largo plazo no son prometedoras. Aceptar el fracaso y aprender de él puede ser más valioso que persistir en un esfuerzo destinado a ser “medianamente” exitoso.
El mundo de capital de riesgo tiene estándares diferentes al mundo de negocios tradicional. Los resultados esperados son de magnitudes más grandes, el tiempo deseado para obtener esos resultados es más corto e incluso es mejor valorado el fundador que sabe cuándo no va a tener un éxito extraordinario y sigue a su próximo proyecto que el que insiste en un proyecto “medianamente” exitoso. Entender estos estándares va a permitirte ser un fundador esforzado por un éxito claro y que está atento a las señales que indican la necesidad de un cambio de rumbo.
Si bien el ecosistema de VC es desafiante y demandante, también es conocido por producir aprendizaje y resultados desmesurados para inversionistas, fundadores y demás accionistas.