Paul Buchheit comenzó Gmail como un proyecto personal dentro de su 20% de trabajo libre dentro de Google en el 2001.
Aunque hoy hay muchas personas trabajando en mejorar la herramienta de email y lo vemos como un espacio clave que debe de estar en constante evolución e innovación, en esas épocas trabajar en una aplicación de emails era raro y Buchheit recibió muchísima resistencia interna.
Ya email estaba resuelto, ¿para qué dedicarle tiempo a eso?
Buchheit lo veía diferente. Recibía 500 emails al día de trabajo y era una faena solo estar ordenado con la comunicación. Quería una buena manera de usar «search».
Lanzó el primer prototipo en 1 día y trabajó por mejorarlo durante 3 años.
«No fue que estaba convencido de que fuera el mejor producto, es que tenía una curiosidad inmensa, me parecía muy interesante y quería ver cómo iba a reaccionar el mundo», dijo Buchheit.
Nadie quería que Buchheit trabajara en esto. Le pidieron mil veces que lo apagara.
Estaba quitando recursos de otros proyectos para trabajar en un «problema ya resuelto». Además, le estaba dando a los usuarios 1 GB de espacio mientras que lo usual eran 2-4 MB — los costos eran altísimos.
Era una locura para muchos, excepto para Sergey y Larry, que siendo fundadores de startups, les parecía interesante y lo apoyaron.
Cuando Gmail salió al mercado oficialmente el 1º de abril de 2004 (April Fool’s Day) la gente creyó que era un chiste.
Pero no. Buchheit no solo lanzó Gmail al mercado, también creó una estrategia de mercadeo y adopción de usuarios que literalmente nunca antes se había visto: «invite only».
Esa estrategia hoy parece tradicional y hasta anticuada, pero en ese entonces fue revolucionaria y se conoce como unas de las mejores decisiones de marketing en la historia.
Gmail hoy tiene 2,5 billones de usuarios y todo un ecosistema de negocios. Nada mal para un producto que casi no existió.
3 Lecciones, preguntas y tips para sus procesos de startups
1. No necesitás el apoyo de todas las personas, solo las personas importantes. ¿Quién necesitás que realmente crea en vos? Buscá el apoyo de esas personas e ignorá al resto.
En el mundo en el que vivimos hoy es muy fácil tener una opinión y eso significa que cualquier persona puede opinar sobre los negocios, productos o contenido que hacemos. ¿Pero esas personas importan?
En el caso de Gmail, Buchheit buscó el apoyó de las únicas 2 personas que importaban: los CEOs. Las opiniones de los demás no importaban si ellos estaban a bordo. ¿Quién importa que crea en vos? Tal vez es tu cliente, tu familia o tu socio. Identificá a esas personas y preocupate por generarle valor a ellos – los demás no importan.
2. Construí rápido e iterá. ¿Cuál es la versión más básica de lo que estás trabajando? ¿Podés sacar algo hoy e iterar con lo que aprendés?
Aunque Buchheit duró 3 años en lanzar Gmail, la primera versión la tuvo lista en 1 día. Eso le permitió tener un producto que aunque no fuera perfecto le permitía pedir feedback, entender el problema de sus usuarios y tener algo que enseñar a sus detractores.
Es muy difícil apostar en contra de alguien que tiene algo que enseñar por su esfuerzo.
3. Tu interés y curiosidad son tu mejor impulso. ¿Sos genuinamente curioso por lo que estás resolviendo? ¿Es un problema en el que podés trabajar aunque no todo sea perfecto solo porque te interesa mucho?
El impulso de Buchheit era resolver un problema que él tenía, pero además que nadie más estaba resolviendo. Tenía las habilidades para hacerlo, ¿por qué no hacerlo? El hecho de que él tenía un problema que nadie había resuelto le resonaba, ¿por qué daban tan poco espacio para guardar correos? ¿Por qué la gente era tan mala siguiendo conversaciones por email? ¿Cómo se podía trabajar mejor con email? Seguir nuestras curiosidades siempre llevan a un buen lugar.
¿Cuál es un problema por el que estás curioso hoy aunque nadie más esté trabajando en él?