Por años he estado esperando un movimiento tectónico que democratice la creación de startups — y no había llegado. En ecosistemas maduros ya requete llegó, en Centroamérica está tocando la puerta.
El camino de “idea” a “desarrollo” a “revenue/inversión” es lo que hace o deshace a una startup en etapas tempranas. Si no lográs llegar al final de ese camino antes de que (a) se te agoten los recursos, o (b) la motivación, tu startup va a morir.
Eso es cierto aquí y en Silicon Valley y en cualquier parte del mundo. Pero lo cierto es que en ecosistemas maduros como Silicon Valley la cultura, la infraestructura y el apoyo monetario y humano hacían que ese camino fuera mucho más rápido y mucho más llevadero.
En ese tipo de ecosistemas maduros el ciclo virtuoso de “ecosistema eficiente, rápido y robusto” encadenado a mega casos de éxito de founder, startups y fondos hace que ser founder de una startup sea una opción viable — ¡y hasta preferida! — de carrera profesional.
Para mí, son ecosistemas donde la creación de startups está democratizada — cualquier persona no sólo tiene la posibilidad de crear una startup, sino la confianza de que puede ser exitosa creándola.
En Centroamérica ese camino de “idea” a “desarrollo” a “revenue/inversión” ha sido, históricamente, menos claro y más lento. Eso limita la democratización de la creación de startups — aunque cualquier persona, en teoría, tiene la posibilidad de crear una startup, no existe la confianza de que pueda ser exitosa creándola.
Eso es lo que yo espero que esté cambiando: si aumenta la confianza en ser exitoso creando una startup, más personas lo van a considerar como un camino viable, van a existir más startups que van a llamar la atención de más inversionistas y — al final — creamos este ciclo virtuoso de confianza y apoyo y éxito que tienen los ecosistemas más maduros.
Yo comencé a involucrarme en el ecosistema de startups en el 2009. En esa época no existía mucho. No había una manera fácil de encontrar a otros emprendedores, no había recursos educacionales formales ni informales y no había programas de incubación/aceleración y mucho menos VC.
Del 2010 al 2020 vimos un aumento acelerado en la comunidad emprendedora y, sobre todo, en recursos educacionales para emprendedores. En esa década, aprender lo que era fundar una startup no era un obstáculo, pero la inversión y creación sí.
Las habilidades técnicas de construir una startup, la velocidad de construcción y la agencia y auto-dirección necesarias para construir una startup seguían siendo un factor de fricción y el ecosistema de inversión en VC era incipiente.
En los últimos 5 años ese ecosistema de inversión ha crecido mucho — desde Caricaco Ventures hemos hecho un esfuerzo grande en ese sentido. Y gracias a esos esfuerzos, más consolidación de la comunidad, más divulgación del mundo de startups y otros factores del ecosistema (como herramientas de creación más accesibles gracias a “no-code” e Inteligencia Artificial) veo un punto de inflexión en la democratización de la creación de startups.
En los próximos 3 boletines quisiera hablar de lo que deberías de pensar y/o hacer si vas a dar, o querés dar, tus primeros pasos en este nuevo ambiente de startups.
Parte 1: Las razones correctas
Si fundar startups va a ser más accesible (tanto en posibilidad como en confianza) es posible que mucha gente comience startups solo porque se puede. Crear y desarrollar una startup es un camino difícil, complejo y emocional. No es sólo trabajo duro, es incertidumbre dura.
Cómo cualquier camino profesional que decidamos tomar en la vida, fundar una startup no es sólo un medio de generar ingresos para nuestra vida, sino también una manera de aprender y crecer como profesionales y como personas.
Si comenzás por las razones incorrectas no solo vas a tener muchísima menos probabilidad de éxito, sino que vas a aprender y crecer menos en el proceso.
¿Cuáles son las razones correctas?
1. Generar riqueza
¡Digamos las cosas como son! El propósito de crear una startup es generar valor. Valor para nuestros clientes al resolver un problema valioso, valor para nuestros inversionistas que ayudaron a facilitar ese valor para nuestros clientes y valor de vuelta para los fundadores que lograron crear los mecanismos para producir ese valor.
Es importante que tengamos la meta de generar riqueza porque las startups de alto crecimiento — por definición — no son exitosas con resultados promedio. Tenemos que querer crear una startup con resultados excepcionales, y de paso entender que crear esos resultados requiere acción, velocidad, tenacidad y esfuerzo.
Si estamos dispuestos a entregar ese esfuerzo, tenemos mejor posibilidad de recibir esos resultados.
2. Crear impacto
«Life can be so much broader once you discover one simple fact: everything around you that you call ‘life’ was made up by people who were no smarter than you. And you can change it, you can influence it, you can build your own things that other people can use. Once you learn that, you’ll never be the same again.» — Steve Jobs
La mejor manera de vivir en el mundo que quisiéramos que exista es crearlo. Si vemos problemas en el mundo podemos solucionarlos de manera que generen impacto para las personas que necesitan esas soluciones. Si no imaginamos un mundo mejor, más avanzado, más equitativo, con más posibilidades también podemos crearlo.
Generar riqueza a través de una startup nos permite también apoyar a nuestros equipos de trabajo, organizaciones en las que creamos y otras startups.
3. Aprender habilidades que nos hagan profesionales valiosos
Crear una startup nos obliga a aprender cosas que no aprendemos ni en la universidad ni en otros trabajos. Es parte natural del proceso, sobre todo porque al inicio tenemos que llevar muchos roles en uno.
Aprenderás sobre mercadeo, ventas, desarrollo, operaciones, contratación, liderazgo, fundraising, servicio al cliente y manejo de crisis. Vas a terminar siendo un profesional con una visión completa de cómo impactar los resultados de una organización — y eso es valiosísimo.
4. Aprender habilidades humanas increíbles
“Una startup es una organización humana…” Así comienza Steve Blank mi definición favorita de qué es una startup. Al final del día toda organización es humana y depende de desarrollarnos como humanos para ser exitosos, pero en experiencia, crear una startup desarrolla habilidades humanas que no se desarrollan en otros lugares fácilmente.
Vas a aprender a aprender, principalmente. Las startups no son teóricas, son prácticas, por lo que los procesos tradicionales de educación a los que estamos acostumbrados no son suficientes, tenemos que tomar nuestro aprendizaje en nuestras propias manos. Durante y después de un proceso de desarrollo de startups vas a ser una máquina de aprendizaje.
Además, vas a aprender a tomar mejores decisiones, a analizar mejor situaciones, a comunicarte mejor, a manejar mejor tus recursos, tu esfuerzo, tu energía y tus emociones.
Pero, sobre todo, vas a aprender a ejecutar y ejecutar con agencia y velocidad. El éxito de cualquier persona depende que pueda cerrar la brecha entre las metas que quiere lograr y su estado actual, para eso tenemos que aprender a ejecutar.
Una startup te hace crecer como persona y profesional — ¡es una gran inversión!
5. Estar alrededor de personas épicas
“Somos el promedio de la gente que tenemos alrededor.” Esta frase es cliché porque es cierta. Fundar una startup nos va a hacer miembros de una comunidad de personas que todas están pensando y accionando hacia todos los puntos anteriores: cómo generar más riqueza, cómo generar más impacto y cómo tener mejores habilidades profesionales y personales.
Si estamos rodeados de personas así es inevitable que crezcamos en esos sentidos. Nuestro estándar de acción, desempeño y resultados va a crecer.
Pero además, estar alrededor de estas personas nos va a presentar muchísimas más oportunidades para lograr lo que queremos lograr.
6. Divertirse
Yo me adscribo a la teoría de que hay 2 tipos de diversión, el Tipo 1 que es diversión tradicional como jugar juegos o ir al cine; y el Tipo 2, que es la diversión y satisfacción que sentimos después de hacer algo difícil.
Crear una startup es algo difícil y tiene momentos muy complejos, pero de que es Diversión Tipo 2, no hay ninguna duda.
Es muy interesante escuchar a todos los founders famosos y exitosos hablar de lo divertido del proceso de resolver problemas difíciles en el camino a llevar su solución al mundo.
No descontemos lo divertido del viaje como una razón importante para tomar la decisión de fundar una startup.
Conclusión
Por años he visto y apoyado a founders y emprendedores que lo estaban haciendo por las razones incorrectas. Algunos nada más no querían tener jefes, algunos pensaban que era más “cool”, algunos otros hasta creían que iba a ser más fácil. Y todos esos dejaron sus proyectos de lado.
No eran menos talentosos, solo lo estaban haciendo por las razones incorrectas.
¡Si vos querés crear una startup por las razones correctas este es un momento épico para hacerlo! Como les dije, estamos en un movimiento tectónico importante que baja las barreras de entrada y donde más personas van a poder unirse a la comunidad de startups.
Eso sí, si más personas van a fundar startups es más importante todavía entender cómo llevar ese camino mejor y destacar ante inversionistas y el mercado.